Ilusión para los que ilusionan en JaradeLuna.com

Desde hace unos meses he entrado en contacto con la empresa jaradeluna.com… bueno, perdonadme, pero es que este comienzo no tiene la menor magia y lo cierto es que todo lo que rodea a jaradeluna.com y como he llegado hasta ellos es fascinante para mi, dejadme que cuente la historia con un poco de la emoción que yo sentí cuando les encontré por primera vez y que os cuente los increíbles acontecimientos que me llevaron hasta ellos y entenderéis porque me siento tan ligado a la marca.

Mi nombre es Jorge Bañobre, tengo 42 años, soy informático y hasta enero del año 2011 me he dedicado a la consultoría… tan apasionante como suena lo se.

Siempre había oído que se experimenta una crisis cuando uno alcanza los 40 años, siempre frivolizaba y me reía porque me parecía una chorrada ¿qué iba a hacer, comprarme un coche deportivo para suplir las hormonas masculinas?, pues bien, oídme bien, todo lo que hemos oído es cierto, tienen razón. No me compré un coche deportivo, menuda parida, lo que hice fue algo mucho más extraño y disparatado.

No me preguntéis por qué pero tras pasar demasiado tiempo a oscuras intuí que si en lugar de seguir andando en linea recta, me desviaba, encontraría esa luz que no se encuentra necesariamente al final del camino sino donde a uno le da el viento de que este, osea que los de Bilbao nacemos donde nos da la gana; me apunté a un curso de fotografía con la convicción de que esto me traería la felicidad.

Primero fotografía en general, después el mundo de la moda con sus brillos y luces, esto llevó a aquello y ahora me dedico a la fotografía de familia, los niños, las emociones y la belleza de lo cotidiano. Así nació El estudio de Blanca, como una gran ilusión y una luz propia que no entiende de túneles ni de oscuridades.

Y como siempre que eres fiel a ti mismo, vas encontrando en tu camino pequeños milagros que te empujan a seguir adelante con toda tu pasión. JaradeLuna es sin lugar a dudas una de esas estrellas tan brillantes y con tanto talento e ilusión, que te guían como un faro.

Paco estudió en el cole conmigo y tras 20 años sin contacto nos reencontramos en facebook -Rocio prepara unas cestas increíbles- me escribía Paco tras yo contarle el cambio de rumbo que había dado a mi vida y que ahora me dedicaba a la fotografía -¿Por qué no nos ayudas a hacer unas fotos para una web que vamos a montar?- Estas fueron las únicas palabras que necesité oír, lo siguiente que recuerdo fue mi cara de sorpresa cuando recibí la foto que me enviaba Paco -Es que no consigo que queden tan bonitas como son- me repetía Paco con la frustración del artista que no da con el dibujo que haga justicia a lo que el ve en su amada.

Rocio y Paco son los responsables de esta aventura empresarial, su objetivo consiste en diseminar por el mundo toda su alegría y energía vital. La belleza, el amor y todo lo que sientes cuando recibes uno de estos pequeños trocitos del enorme corazón de esta encantadora pareja son como semillas que los vientos arrastran hasta llegar lejos, tan lejos y con tanta fuerza como un abrazo.

Las cestas de Jara de Luna tienen un lenguaje propio, cada una cuenta una historia, unas hablan del infinito amor que sienten unos padres ante la venida al mundo de una parte de si mismos, otras te dicen -eh, me acuerdo de ti, te echo de menos, te quiero-, cada una es especial, todas te hablan de lo único importante, del amor y de la ilusión, como les gusta decir “Ilusión para los que ilusionan”.

Ya han pasado casi dos años, pero no consigo quitármelas de la cabeza, las cestas, Jara de Luna, Rocio y Paco, todos ellos llegaron a mi corazón para quedarse, y ya son parte de mi, de alguna manera me considero un poco padrino de Jara de Luna. Y ahora si, ahora que conocéis parte de la historia que estamos escribiendo juntos El estudio de Blanca y Jara de Luna, me gustaría poder compartir con vosotras todo lo que yo siento cuando veo una de sus cestas.

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